Athens News - Legado de la faraona egipcia Hatshepsut no fue destruido por su género, según estudio

Legado de la faraona egipcia Hatshepsut no fue destruido por su género, según estudio
Legado de la faraona egipcia Hatshepsut no fue destruido por su género, según estudio / Foto: CRIS BOURONCLE - AFP

Legado de la faraona egipcia Hatshepsut no fue destruido por su género, según estudio

Fue una de las gobernantes más exitosas del antiguo Egipto y una de las pocas mujeres faraonas que precedió a Cleopatra en 1.500 años, pero el legado de la reina Hatshepsut fue sistemáticamente borrado por su hijastro y sucesor tras su muerte.

Tamaño del texto:

La cuestión de por qué su reinado fue suprimido de forma tan metódica ha suscitado un intenso debate. Pero en una investigación publicada este lunes el académico de la Universidad de Toronto Jun Wong sostiene que se ha puesto demasiado énfasis en su género.

"Es una pregunta bastante romántica: ¿por qué fue atacada esta faraona tras su muerte?", dijo Wong a la AFP, al explicar su interés por una monarca que dirigió el antiguo Egipto durante un periodo de extraordinaria prosperidad.

Los primeros estudiosos creían que el hijastro de Hatshepsut, Tutmosis III, desató una campaña póstuma de difamación contra ella por venganza y odio, entre otras cosas porque quería eliminar cualquier idea de que una mujer pudiera gobernar con éxito.

"La forma en que se ha interpretado el reinado (de Hatshepsut) siempre ha estado teñida por su género", afirmó Wong, al referirse a la creencia de que Tutmosis III podría haberla considerado "una especie de madrastra malvada".

Su investigación, que se basa en otros estudios recientes y se publicará en la revista académica de arqueología Antiquity, sostiene que las motivaciones de Tutmosis III eran mucho más matizadas, lo que arroja más dudas sobre la teoría de una represalia contra una mujer en el trono.

Hatshepsut gobernó Egipto hace aproximadamente 3.500 años, tras la muerte de su esposo, Tutmosis II.

Primero ejerció como regente de su hijastro, el príncipe heredero, pero logró consolidar el poder por derecho propio y se erigió reina-faraón.

Los expertos afirman que amplió las rutas comerciales y encargó construcciones extraordinarias, entre ellas un sepulcro sin igual en el Valle de los Reyes, en la orilla occidental del Nilo.

Wong revaluó una serie de materiales procedentes de estatuas dañadas descubiertas durante excavaciones realizadas entre 1922 y 1928.

Afirmó que no hay duda de que Tutmosis III trabajó para eliminar las pruebas de los logros de Hatshepsut, pero que sus esfuerzos "quizás estuvieron motivados por una necesidad ritual más que por una antipatía declarada".

Tutmosis III podría haber intentado neutralizar el poder de su predecesora de una forma práctica y habitual, y no movido por la malicia.

También descubrió que algunas de las estatuas que representaban a Hatshepsut probablemente fueron dañadas porque las generaciones posteriores querían reutilizarlas como material de construcción.

"Durante mucho tiempo se ha asumido que las estatuas de Hatshepsut sufrieron un ataque por venganza", afirmó Wong, al argumentar que una nueva revisión de los archivos sugiere que "este no es el caso".

J.Pavlidis--AN-GR