

Los combatientes kurdos del PKK empiezan este viernes su desarme
La guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) empezará este viernes en Irak su desarme después de anunciar en mayo su disolución tras más de cuatro décadas de lucha armada contra el Estado turco.
El grupo, considerado terrorista por Turquía y sus aliados occidentales, se alzó en armas contra Ankara en 1984 para lograr la creación de un Estado kurdo, en un conflicto que ha dejado más de 40.000 muertos desde entonces.
La entrega del primer contingente de armas tendrá lugar en una ceremonia el viernes por la mañana cerca de Suleimaniya, en la región del Kurdistán iraquí, fronteriza con Turquía y en cuyas montañas se refugian los combatientes kurdos.
Aunque se había anunciado inicialmente como una ceremonia pública, finalmente se restringió el acceso a un número limitado de invitados por motivos de seguridad.
Entre ellos habrá miembros del partido turco prokurdo DEM, que ha ejercido de mediador entre el fundador del PKK, Abdullah Öcalan, y el gobierno turco.
Fue a través del DEM que el fundador del PKK, preso desde 1999, llamó en febrero a cesar las hostilidades y a iniciar conversaciones para la disolución de la guerrilla, que se anunció en mayo.
En este proceso jugó también un papel destacado el aliado del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y líder del partido nacionalista MHP, Devlet Bahceli, quien invitó meses antes a los combatientes kurdos a renunciar a la lucha armada y "acudir a expresarse ante el Parlamento".
- "El poder de la política" -
El miércoles, en un mensaje de video, Öcalan o "Apo" (tío), como lo llaman sus seguidores, confirmó el desarme inminente y aseguró que iba a hacerse "rápidamente".
"Creo en el poder de la política y en la paz social, no en las armas. Y les pido que pongan en práctica este principio", afirmó.
Erdogan también expresó recientemente su confianza en que "este prometedor proceso concluya con éxito lo antes posible, sin obstáculos ni riesgo de sabotaje".
Por el momento se desconoce el número de combatientes kurdos que participarán en la ceremonia y el tipo de armas que van a entregar.
"En un gesto de buena voluntad, un cierto número de combatientes del PKK, que participaron en el combate contra las fuerzas turcas estos últimos años, destruirán o quemarán sus armas", dijo a AFP un comandante kurdo bajo condición de anonimato.
Los comandantes del PKK reclaman la liberación de su líder Öcalan para acelerar el desarme y disolución. Su situación "afecta el proceso y lo ralentiza", aseguró Mustafa Karasu, un alto responsable del partido.
Pero "Apo", encarcelado todavía en la isla prisión de Imrali frente a Estambul, no pide salir y quiere desvincular el proceso de paz de su suerte personal.
Öcalan "contradice las condiciones puestas por el Partido que pedía su liberación para que él pueda llevar a buen término el proceso de paz", apunta un historiador de los movimientos turcos, Boris James.
El investigador también señala un posible problema por la ausencia de "un tercer actor para garantizar la integridad del proceso". "Sigue habiendo una desconfianza muy fuerte entre el PKK y el Estado turco y el Estado ha dado pocas garantías" a los excombatientes.
De hecho, estos han denunciado que continúan siendo objeto de bombardeos de las fuerzas turcas contra sus posiciones en Irak a pesar del proceso de paz en marcha.
F.Tsakiris--AN-GR