

Arranca el juicio a un exsoldado británico que participó en el "Bloody Sunday" en Irlanda del Norte
Un tribunal de Belfast abrió este lunes el proceso contra un exsoldado británico acusado de asesinato durante el "Bloody Sunday" de 1972, el primer juicio contra un militar por esta masacre, que fue uno de los episodios más sangrientos del conflicto en Irlanda del Norte.
Hasta ahora, ningún soldado había sido juzgado por ese episodio, conocido como "Domingo Sangriento", ocurrido el 30 de enero de 1972 en Londonderry (o Derry), cuando paracaidistas británicos abrieron fuego contra una manifestación pacífica de militantes católicos, causando 13 muertos.
La masacre, que fue inmortalizada en 1983 por la canción "Sunday Bloody Sunday" de la banda irlandesa U2, hizo que muchos jóvenes católicos se enrolaran en el IRA (Ejército Republicano Irlandés, un grupo paramilitar opuesto a toda presencia británica en la isla de Irlanda).
"Los disparos fueron injustificados. Los civiles no representaban ninguna amenaza para los soldados y estos no podían creer en la existencia de una amenaza", afirmó el fiscal, Louis Mably, en el juicio.
Mably insistió en que "los tiros tenían la intención de matar, o al menos de causar un daño grave".
El ejército británico había afirmado que los paracaidistas habían respondido a los disparos de "terroristas" del IRA, una versión respaldada entonces por un informe.
- Juzgado por dos asesinatos -
Pese a todos los testimonios que contradecían esta versión, hubo que esperar hasta 2010 para que se reconociera oficialmente la inocencia de las víctimas, algunas de las cuales fueron alcanzadas por la espalda o incluso cuando estaban en el suelo y agitaban un pañuelo blanco.
Nombrado en el juicio como "Soldado F", el exparacaidista juzgado está acusado de dos asesinatos (de James Wray y de William McKinney) y de cinco intentos de homicidio durante la represión de aquella concentración.
El acusado se declaró en diciembre no culpable ante el tribunal de Belfast.
Como en aquella ocasión, este lunes apareció oculto tras una cortina, por razones de seguridad según sus abogados, en la primera jornada de un proceso que debe durar semanas.
Antes de la apertura de la audiencia, varias decenas de personas se concentraron frente al tribunal en apoyo a las familias de las víctimas.
"Nos ha llevado 53 años llegar hasta aquí, y hemos superado todos los obstáculos", declaró John McKinney, hermano de William McKinney, calificando la jornada de "día crucial" en su lucha por "obtener justicia".
No muy lejos de allí también estaban presentes varios excombatientes del ejército británico.
"Muchos excombatientes sienten hoy frustración, rabia y se sienten traicionados", declaró David Johnstone, presidente de la Oficina de Veteranos de Irlanda del Norte, una organización encargada de apoyar a los exsoldados del ejército británico en la provincia.
- Disculpas oficiales -
La Fiscalía norirlandesa había iniciado un proceso penal contra el "Soldado F" en 2019, que no tuvo continuación después, pero que fue reabierto en 2022.
Ese "Domingo Sangriento" es uno de los momentos más oscuros de las tres décadas de enfrentamientos entre republicanos, en su mayoría católicos y partidarios de la reunificación con Irlanda, y unionistas protestantes, defensores de la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido.
En 1998, con el Acuerdo de Paz del Viernes Santo, se puso fin a este conflicto, que dejó unas 3.500 muertes.
En 2010, tras la investigación pública más larga de la historia británica, que reconoció la inocencia de las víctimas del "Bloody Sunday", el primer ministro de la época, David Cameron (conservador), presentó disculpas oficiales y tildó de "injustificables" los hechos ocurridos aquel día.
Desde el final del conflicto norirlandés, solo un exsoldado británico ha sido condenado. A comienzos de 2023 se dictaron tres años de prisión, con la pena en suspenso, contra David Holden, que mató a un hombre en un control en 1988.
G.Karamanlis--AN-GR