

La Hagadá de Sarajevo, un tesoro judío sometido a una nueva prueba: la guerra de Gaza
En sus siete siglos de historia, la Hagadá de Sarajevo sobrevivió a la expulsión de los judíos de España, a los nazis y a un asedio. En su enésima vicisitud, el preciado manuscrito religioso se ve ahora inmerso en una polémica con Gaza e Israel como protagonistas.
El Museo Nacional de Bosnia, donde se expone, ha decidido donar a la población de Gaza el dinero recabado de las visitas y las ventas de un libro relacionado con la llamada Hagadá de Sarajevo, una de las joyas del judaísmo medieval.
Quieren así, tal como explicaron, "apoyar al pueblo de Palestina, que padece un terror sistemático, calculado y a sangre fría por parte del Estado de Israel".
La iniciativa fue muy criticada por organizaciones judías locales e internacionales, y algunas acusaron al museo de antisemitismo.
El director de la institución, Mirsad Sijaric, defiende la decisión, y afirma que recibió también apoyo entre judíos de la diáspora.
"¿Hemos tomado partido por uno de los bandos? Sí, hemos tomado partido", dice Sijaric a AFP.
El director insiste en que la medida "no va para nada" contra el pueblo judío, sino que es un mensaje de indignación ante las consecuencias de la ofensiva israelí en Gaza, desatada en respuesta a los ataques del movimiento palestino Hamás del 7 de octubre de 2023.
"Fingir neutralidad supone alinearse con el mal. En mi opinión, esto no está bien, y hay que oponerse", explica.
- "Politización" -
La Hagadá de Sarajevo fue compuesta a mano sobre un pergamino, iluminado con oro y cobre y dotado de ricas ilustraciones de colores vivos.
El texto en hebreo versa sobre temas bíblicos como el relato de la Creación, la historia de Caín y Abel y el éxodo de los israelitas de Egipto.
La historia del documento no es menos sorprendente.
Escrito hacia el año 1350 en Cataluña, salió de España con la expulsión de los judíos decretada por los Reyes Católicos. Tras pasar por Italia, llegó a Bosnia, entonces parte del Imperio otomano, y reapareció públicamente a fines del siglo XIX, cuando una familia de Sarajevo lo vendió al museo.
Desde entonces sobrevivió a la ocupación nazi de los Balcanes, y a la guerra de los años 1990, cuando Sarajevo fue largamente asediado por las fuerzas serbias.
Esta versión de la hagadá --un texto religioso que se lee durante la celebración de la Pascua judía-- se expone en una habitación especialmente diseñada y financiada por Francia, y se ha convertido en símbolo de la diversidad de Sarajevo, que cuenta con una mayoría de población musulmana y un millar de judíos.
Jakob Finci, presidente de la comunidad judía de Bosnia, cree que la idea de donar a Gaza el dinero recabado es "extraña" y "un poco ofensiva".
"Menoscaba la reputación de la ciudad y la reputación de la Hagadá de Sarajevo, que desde hace tantos años ha sido testigo del carácter multiétnico de Sarajevo y nuestra vida en común", dice Finci.
"He visto muchas críticas, y ningún elogio", apostilla.
"Creo que es una forma de apoyar a los palestinos de Gaza", opina la egiptóloga italiana Silvia Einaudi tras ver el manuscrito, que desde la creación de la sala especial en 2018 ha atraído a más público.
"¿Por qué no Gaza?", abunda Paul Hellec, un visitante francés. "Es un tema duro en este momento. Pero también hay muchos otros sitios donde la gente sufre".
A nivel internacional, varias organizaciones judías criticaron al museo bosnio, entre ellas la Liga Antidifamación, que tachó la medida de "politización" de lo que es un símbolo de "supervivencia y convivencia".
Y.Kostopoulos--AN-GR